¡Apasionados por Cristo… apasionados por África!
Nuestra Sociedad Misionera fue fundada en Argelia en el año 1868 por el Cardenal Carlos Lavigerie para la evangelización de África. Desde el inicio de nuestra fundación la gente nos llamó “Padres Blancos” al ver que habíamos adoptado el vestido tradicional blanco de los argelinos.
Cautivados por Jesucristo y siguiendo sus huellas, seguros del amor apasionado de Dios por todos y enviados por su Espíritu que nos precede, queremos trabajar con y en el mundo africano de hoy, un mundo en continuo cambio.
Es en África en donde echamos y tenemos nuestras raíces misioneras. Vivimos en comunidades internacionales –un signo eficaz de la fraternidad universal-. Estamos inmersos en las culturas africanas en donde prestamos nuestros servicios. Es ahí que vivimos dando testimonio de la Buena Noticia de Dios, respetando sus valores, hablando sus lenguas, y disfrutando de la acogida africana.
Nuestro servicio en África es diverso: primera evangelización, formación de líderes al servicio de la Iglesia Africana, trabajo con los jóvenes y creación de comunidades cristianas maduras y misioneras, ecumenismo, encuentro con los musulmanes y los creyentes de las religiones tradicionales africanas, promoción de la justicia y la paz, promoción de la integridad de la creación… todo esto lo hacemos por amor a Dios y a África.
Nuestro compromiso con el Mundo Africano continúa hoy en día porque hemos sido transformados por África y estamos apasionados por ella. África ha llegado a ser nuestra segunda patria; la tierra en donde queremos seguir descubriendo cada vez más el rostro de Cristo presente en nuestros hermanos africanos.